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Complejo medioambiental Vélez de Benaudalla
El complejo medioambiental de Vélez de Benaudalla está situado en el término municipal de
Vélez de Benaudalla, en la partida de la Gorgoracha. El acceso se realiza desde la
carretera N-323, de la que en el PK 496 parte el desvío a Lagos, por el que se llega a la planta.
Las instalaciones ocupan una superficie aproximada de 42 hectareas.
El complejo lo
forman las siguientes instalaciones: una planta de tratamiento mecánico-biológico, una planta de
tratamiento de escombros, un aula medioambiental y dos vertederos de rechazos: uno para RCD’s y otro para RSU.
Planta de tratamiento mecánico-biológico
La planta de tratamiento mecánico-biológico da servicio al sector Sur de la provincia, 42 Municipios y unos 146.700 habitantes. En el año 2015 recibió 63.468 Tn de RM.
Proceso mecánico
El proceso mecánico-biológico al que se someten los RM se inicia con la recepción de los vehículos de transporte tras sus pesajes vierten su carga en el foso de recepción.
Mediante un pulpo electro hidráulico se colocan los residuos en el alimentador, dosificando de esta forma el flujo de entrada al resto del proceso. Una vez iniciado el proceso mecánico al que se someten los residuos, el primer tratamiento es un triaje primario en el que se separan elementos voluminosos y vidrio para que no interfieran negativamente en procesos posteriores. El flujo de materiales continúa por un tromel de cribado de luz de malla de 60 mm, que sirve para diferenciar dos fracciones: una orgánica que atraviesa la malla y cae a la cinta de hundido de tromel y otra inerte, rebose de tromel. Esta fracción mayor a 80 mm, una vez extraída la fracción férrica con un electroimán se transporta a la Ecocentral Granada para la recuperación de los materiales reciclables.
Proceso de Bioestabilización
La fracción menor de 60 mm separada mediante tromel está compuesta en su mayoría por materia orgánica. Una vez separados los materiales ferromagnéticos con un electroimán, se deposita en la era de compostaje. La materia orgánica depositada en la era de compostaje necesitará unas 8 semanas para su transformación en abono orgánico. Es un proceso delicado en el que hay que prestar especial atención a los microorganismos responsables de la transformación del material. Para favorecer su perfecta aireación y grado de humedad necesario, se utiliza una máquina volteadora.
Una vez finalizada esta etapa del proceso, el material de la era de compostaje se somete a un nuevo tratamiento, denominado afino, para eliminar todas las impurezas del compost (pequeños trozos de vidrio, cerámicas, plásticos). Este tratamiento consiste en un cribado mediante una criba cilíndrica o tromel, con abertura de malla de 14 mm, el paso por la denominada mesa densimétrica y el ciclón. El producto logrado tras este tratamiento pasará a la zona de maduración de compost, en la cual reposará unas 8 semanas.
Al final de todo el proceso obtenemos un bioestabilizado de excelente calidad. Debido a su materia orgánica y al humus que se deriva de ella, el compost tiene la capacidad de enmendar las propiedades físicas y químicas del suelo, mejorando sus características para los cultivos.
El resto, no aprovechable, será trasladado al vertedero controlado anexo a la planta, especialmente preparado para no agredir al medio ambiente.
Planta de tratamiento de escombros de Vélez de Benaudalla
Esta instalación se encuentra ubicada dentro del Complejo Medioambiental de Vélez de Benaudalla, Ctra. a Lagos GR-5208 km. 2.5, en el término Municipal de Vélez de Benaudalla.
Da servicio de diseño al área geográfica integrada por los municipios de Ítrabo, Molvízar, Motril, Salobreña, Vélez de Benaudalla, más aquellos situados dentro de un radio de 25 km.
Sus características básicas son:
- El volumen de diseño es para 95.273 m3/año.
- La superficie de la instalación es de 8,70 has.
- El vaso de vertido tiene una capacidad de 1.905.470 m3.
El flujo que sigue el material una vez que llega a la planta de tratamiento es:
- En la entrada de la instalación, donde se encuentra la báscula y oficinas, se realiza un control visual del material antes de su admisión. Si el material es admitido, se procede al pesaje del mismo.
- Posteriormente, el vehículo que transporta los RCD’s, deposita la carga en una superficie debidamente impermeabilizada, y con sus drenajes correspondientes, en donde se realiza una segunda inspección visual, para comprobar que el material es el permitido.
- Se realiza una selección positiva de elementos valorizables, como papel, plástico, metal, madera, y una selección negativa de impropios, como pueden ser colchones, botes…. Además, se atenderá especialmente aquellos impropios que se cataloguen como peligrosos, como latas de pintura, baterías, aislamientos. Cada una de las fracciones segregadas, se derivaran a un gestor autorizado.
- Mediante pala cargadora se alimenta la maquinaria de proceso, con triaje, precribado, machaqueo, separación de férricos, cribado y limpieza del material mediante soplado. Tras este proceso se obtienen de nuevo subproductos valorizables e impropios, que igualmente se derivan a un gestor autorizado para continuar su tratamiento específico.
- El producto final obtenido, es un árido con granulometría determinada, que tras los pertinentes ensayos estará listo para reintroducir en el mercado. Se acopiará en la zona destinada a tal efecto, conformada en zahorra.
- El rechazo, o material no útil, como son impropios inertes, tierras no adecuadas, pétreos no procesables (hormigón armado, grandes piedras…), e incluso el material excedente que no puede ser vendido, se depositará en el vertedero de apoyo adyacente. Dicho vertedero estará equipado con sus respectivos drenajes, que conducirán los líquidos de percolación a un único punto de salida a través del dique de fondo, que desembocan en una balsa de lixiviados tras el dique. Todo el vaso de vertido está dotado de un camino perimetral de 30 m de ancho.
Vertederos de rechazo de RSU
El complejo de Vélez de Benaudalla tiene asociado un vertedero de rechazos donde se depositan de forma controlada aquellos componentes de los RSU que no pueden ser recuperados.
Ocupa una cuenca de unas 14,02 Ha en la zona norte del conjunto de las instalaciones. Los materiales sobre los que se asienta son metapelitas alpujárrides, de muy baja permeabilidad. El vertedero se ha diseñado de tal forma que cumple el R.D. 1481/2001, relativo al vertido residuos. La impermeabilización basal se compone de una capa compactada de material natural impermeable, sobre la que se ha colocado una membrana de PEAD, un geotextil y una capa de graba en la base del vertedero de 25 cm. De esta forma se asegura la impermeabilización del cuerpo de vertedero respecto al entorno en que se encuentra. . Este vertedero se explota en media densidad, alcanzando un grado de compactación de 0,5. Los rechazos son extendidos sobre su superficie y cubiertos diariamente con material inerte para evitar los posibles vuelos Cuando se consiguen tongadas de 3 m se sellan con una capa de 20 cm de material impermeable.
Los lixiviados producidos en el vertedero son conducidos por un dren en forma de “espina de pez”, hasta una balsa situada en la parte más baja de la cuenca, donde se produce la evaporación de los mismos. La capacidad de la balsa es de 4.000 m3. Este lixiviado también se utiliza para regar el vertedero y de esta forma acelerar la estabilización de la masa de vertido.
Aula medioambiental Verdevélez
El Complejo Medioambiental de Vélez de Benaudalla también posee un aula medioambiental denominada Verdevélez.
Esta aula se inauguró en noviembre de 2008, y ya han pasado por ella centenares de visitantes. En ella se reciben colegios y demás colectivos interesados en los aspectos de la gestión de residuos en la provincia de Granda.
Allí se pretende explicar de forma amena los procesos a que se someten los residuos que se recepcionan en las instalaciones, a través de la realización de talleres de reciclado y de visitas guiadas a las instalaciones.